¿Qué tienen en común Arianna Huffington, Jack Dorsey y Mark Zuckerberg, aparte de sus increíbles logros como líderes y fundadores de proyectos internacionales?
Cada uno de ellos tiene una rutina al despertar que siguen día con día. La rutina diaria puede tener un impacto grande en nuestra salud, felicidad, y productividad. Fisiológicamente la fuerza de voluntad del ser humano se encuentra en su punto más alto por las mañanas, y ellos no solo lo entienden sino que lo han adoptado.
Probablemente no existe la rutina ideal que se adapta a todo el mundo, pero se puede aprender de las prácticas matutinas de personas exitosas y de la investigación detrás de comenzar una mañana con el pie derecho.
Es por esto que muchos líderes han creado sus propios rituales mañaneros que maximizan la energía, enfoque y creatividad del resto de su día. A continuación te compartimos los puntos más importantes que toman en cuenta para realizarlo:
o Utiliza tu actividad favorita como acelerador en tu día. Se recomiendan sesiones de 20-40 minutos de ejercicio para acelerar el ritmo cardíaco.
o El desayuno es la comida más importante del día, ya que el cuerpo lo absorbe más rápido y la energía se consume con mayor facilidad. Comer saludable y balanceado en las mañanas permite tener un buen humor, enfoque y motivación durante el día.
o Conocer el pronóstico de pendientes y actividades del día antes de comenzar las labores permite formular una estrategia de ataque. Prioriza los pendientes del mayor importancia y urgencia a menor, tomando en cuenta el tiempo que te llevará realizarlas.
o Al reflexionar sobre los aspectos positivos en el entorno el estrés disminuye y el humor se levanta.
o Mantener el propósito de vida presente, recordarte tu visión y repetirte día con día las razones por las cuales te levantas cada mañana, eleva tu sentido de pertenencia y compromiso.
Una pregunta importante que puedes hacerte mirándote al espejo es: “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿quisiera hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?” . Esta pregunta se la hacía Steve Jobs cada mañana, y si la respuesta era “No” durante varios días seguidos, sabía entonces que algo debía cambiar y lo trabajaba de inmediato.
-con información de businessinsider.com, huffingtonpost.com y forbes.com
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